La adolescencia es una etapa crítica de desarrollo donde los y las jóvenes empiezan a experimentar con nuevas situaciones y tomar decisiones más autónomas. Este período es especialmente vulnerable para el inicio de conductas de riesgo, como el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. Los programas de prevención buscan intervenir antes de que se establezcan estos patrones de comportamiento, reduciendo así la probabilidad de desarrollar adicciones o problemas de salud asociados.