The Conversation

Lo que el callejero dice sobre nuestros valores culturales: más mujeres y menos santos

Calle Cervantes (señalética con el nombre y figura del autor)
Shutterstock

Daniel Oto-Peralías, Universidad Pablo de Olavide; Demetrio Carmona Derqui, Universidad de Granada y Dolores Gutiérrez Mora, Universidad Pablo de Olavide

Los nombres de las calles no son aleatorios. Una gran parte de ellos han sido elegidos para conmemorar personalidades, eventos y méritos que se consideran importantes para la colectividad, por lo que nos pueden contar mucho sobre los valores culturales de la población.

No es casualidad que Cervantes sea el personaje no religioso más conmemorado en el callejero español, con 1 943 calles, seguido de Ramón y Cajal (1 387) y Antonio Machado (895). Ni tampoco que las denominaciones religiosas sean numerosísimas, siendo San Juan la figura más repetida en el callejero (2 443). Los nombres de las calles reflejan las características socioculturales de los municipios, como se ha mostrado en trabajos previos para el caso de la religiosidad y la identidad nacional.

Bajo esta premisa, desde el grupo de investigación STNAMES LAB hemos desarrollado buscadores web gratuitos para visualizar y descargar datos sobre nombres de calles. El buscador de calles españolas se nutre del Callejero del Censo Electoral y permite realizar búsquedas para cualquier año del periodo 2001-2024, posibilitando analizar el cambio social y cultural.

De esta manera hemos comprobado que el progreso hacia la igualdad de género, probablemente el cambio más importante de las últimas dos décadas en la sociedad española, también se refleja en el callejero: mientras que en 2001 Clara Campoamor apenas tenía 67 calles, hoy en día ascienden a 489, un aumento superior al 600 %.

Este incremento también se observa, aunque de forma más moderada, en otras figuras como María Zambrano y Rosalía de Castro. A pesar de este avance, el sesgo de género sigue siendo muy acusado, con solo un 12 % de calles con nombre de mujer respecto al total de las referidas a personas.

La religión pierde peso

Una sencilla búsqueda nos revela que en 2001 había 43 192 calles dedicadas a santos, un 6 % del total de vías del país. Hoy, esa cifra ha aumentado en 4 897 calles, pero esto solo supone un 2,9 % del incremento de calles en este periodo (170 000). Esto significa que, aunque siguen dedicándose calles a santos, cada vez se hace en una proporción menor, lo que refleja valores cambiantes en una sociedad cada vez más secularizada, cuyo porcentaje de católicos ha pasado del 79,5 % al 58 % en las últimas dos décadas (CIS 2001, 2024).

Menos militares y referencias franquistas, pero más alcaldes

Otro cambio notable ha sido la reducción de la herencia franquista en el callejero. Así, las calles que conmemoran al dictador Francisco Franco han pasado de 822 a 66 entre 2001 y 2024. De forma similar, General Mola ha pasado de tener 404 calles a solo 29 en este periodo. En términos globales, las calles con referencias al régimen franquista han pasado de 2 899 a 524, una notable reducción del 82 %, en buena parte como consecuencia de la Ley de Memoria Histórica.

Los militares pierden terreno, pero los políticos locales lo ganan: el número de calles dedicadas explícitamente a alcaldes ha pasado de 1 111 a 1 978, aumentando casi un 80 %. Este resultado es muy sugerente sobre cómo los gobiernos locales, que tienen la competencia para nombrar calles, encuentran cada vez más atractivo conmemorar a sus propios dirigentes municipales.

Otros procesos sociales

El observador curioso también puede considerar cambios a menor escala sobre acontecimientos más concretos. Por ejemplo, el procés ha tenido su plasmación en el callejero de Cataluña, con 107 calles rotuladas en los últimos años conmemorando el 1 de octubre, fecha del referéndum de 2017. Otro ejemplo es la mayor concienciación social y reconocimiento político hacia las víctimas del terrorismo, pasando de una sola calle en 2001 a 150 en la actualidad.

El análisis espacial de los nombres de calles nos permite ahondar en muchos otros fenómenos sociales, por ejemplo, en el nivel de identidad regional a través de referencias a nombres y símbolos regionales en el callejero. Así, mientras el 77 % de los municipios andaluces tienen alguna calle denominada Andalucía, solo el 26 % de los castellanos manchegos tienen alguna con el nombre de su comunidad.

Otros temas interesantes que se pueden estudiar incluyen el apego social a personajes históricos o la importancia relativa que se da a determinadas disciplinas como la literatura, la ciencia, etc.

Explorando la toponimia europea y norteamericana

Los buscadores de calles europeo y norteamericano usan datos de OpenStreetMap y nos permiten explorar los callejeros de muchos países. En Europa podemos analizar la identidad nacional midiendo cuánto se conmemora la capital de cada país, observándose notables diferencias geográficas. También podemos centrarnos en un país concreto y comprobar, por ejemplo, que Alemania oriental continúa siendo un reducto con numerosas calles con nombres de clásicos del socialismo como Marx, Engels y Rosa Luxemburgo.

En los países de América del Norte se observan numerosos fenómenos interesantes, como la concentración de calles dedicadas a Martin Luther King en los estados sureños de Estados Unidos, donde más tensión racial ha habido. También es revelador constatar que México continúa teniendo una gran herencia española en su callejero, con numerosas referencias a sus lazos históricos con España, incluyendo figuras como Cristóbal Colón (700 calles) y Hernán Cortés (208), topónimos como España (357) y Madrid (587) y efemérides como el 12 de octubre (884).

En resumen, los nombres de las calles revisten un alto interés para conocer las características sociales y culturales de la población, así como para analizar su evolución en el tiempo y las diferencias territoriales. Los buscadores de nombres de calles que hemos desarrollado facilitan el acceso a esta información a investigadores, educadores, estudiantes y al público en general, permitiendo visualizar y descargar los resultados y así incorporarlos a sus trabajos e informes.

Daniel Oto-Peralías, Profesor Titular de Economía, Universidad Pablo de Olavide; Demetrio Carmona Derqui, Profesor Sustituto, Departamento de Economía Aplicada, Universidad de Granada y Dolores Gutiérrez Mora, Investigadora en Estudios Urbanos, Universidad Pablo de Olavide

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.The Conversation

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