La Universidad Pablo de Olavide lidera junto a la Universidad de Valladolid una investigación sobre la influencia del confinamiento en la actividad físico deportiva de la población centrándose en una comparativa de los hábitos de la sociedad antes y durante el periodo vivido a raíz de la expansión de la COVID-19. El estudio, en el que también participa la Universidad de León, analiza además la aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicación en este sector. “El objetivo es recabar información sobre los comportamientos de la población respecto a la actividad físico deportiva y al uso de las TIC durante este periodo y proporcionar estos datos al sector deportivo (instituciones públicas, empresas, clubes, federaciones, gestores deportivos, entrenadores…) para que puedan reorganizar su actividad, estar más cerca de las personas y dar una mejor respuesta a la demanda de la sociedad”, explica Marta García Tascón, profesora de la Facultad de Ciencias del Deporte de la UPO e investigadora principal del proyecto, junto a Ana María Magaz González (UVA).
Para conocer con detalle la influencia del confinamiento en los hábitos físico deportivos de la población, el equipo de investigación de estas tres universidades ha recogido datos sobre las prácticas antes y durante el estado de alarma a través de una encuesta realizada entre el 10 de abril y el 10 de mayo de 2020 (período en que las personas no podían salir de casa para practicar deporte). La información se ha estructurado en cuatro apartados: datos sociodemográficos, práctica de actividad físico-deportiva, uso de TIC para la práctica de actividad física y datos sobre descanso y estado de ánimo.
Los resultados preliminares indican que se ha duplicado el porcentaje de personas que no practican actividad física y que han disminuido notablemente las horas de entrenamiento de aquellos que dedican más tiempo al deporte. Las actividades intensas han dado paso -explica el estudio- a las actividades suaves durante este periodo y la mayoría de ellas han sido realizadas de manera libre por los encuestados, a pesar de observarse también un importante aumento del formato de clases virtuales con el acompañamiento de entrenadores y centros deportivos.
Otro dato destacable de estos primeros resultados es que aproximadamente entre el 70 y el 100% de los encuestados no usaban ningún soporte tecnológico para realizar actividad física antes del confinamiento. Tan solo un 20,1% y 12,6% manifestaron el uso de relojes inteligentes (weareables) y aplicaciones deportivas, respectivamente. Durante el periodo analizado han sido las plataformas virtuales y las redes sociales, las que en algunos casos han triplicado y duplicado, respectivamente, su porcentaje de uso. Aunque muchas organizaciones deportivas ofrecieron sus servicios durante la pandemia en soporte virtual, los encuestados reflejan que hicieron más uso de las redes sociales y, sobre todo, de plataformas virtuales como Youtube para realizar actividad física.
Asimismo, otra de las informaciones que arroja esta primera fase del estudio es que la forma de visualizar la actividad física durante el confinamiento ha sido mayoritariamente a través de la retransmisión grabada. “Esta situación puede dar pistas a los gestores y brindar nuevas fórmulas de servicios, y no solo ofrecer clases en horarios presenciales y establecidos, sino ofrecer otros formatos para que los usuarios tengan la posibilidad de disfrutar de la oferta deportiva grabada en los horarios que ellos prefieran”, destaca Marta García Tascón, quien explica que se ha observado también un uso significativo del Smartphone, “algo que puede ser tenido en cuenta por organizaciones y entidades, que podrían considerar adaptar la oferta virtual a este dispositivo, además de a los ordenadores y tabletas”.
La investigadora de la Universidad Pablo de Olavide subraya que la pandemia ha supuesto un impulso al uso de la Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) aplicada a la actividad físico deportiva y el estado de confinamiento ha provocado que para muchas personas la única alternativa para hacer ejercicio sea emplear las múltiples opciones de actividad física virtual que hay en la red o en diversos dispositivos. “Lejos de ser una amenaza para el sector de la actividad físico deportiva (AFD) incluido el del fitness, esta situación es una oportunidad para actualizar su oferta y dar el salto a entornos web y virtuales. Muchas organizaciones lo han conseguido en tiempo récord, con mayor o menor acierto. Sin embargo, no todas han explorado esas opciones”, resalta la profesora, quien considera que tras esta situación el sector de la actividad físico deportiva tendrá que repensar su negocio y reconfigurar sus estrategias, ofertando servicios en diversos formatos, no solo presenciales, y aprovechando la influencia de las redes sociales. “Así, por ejemplo, el empleo de las redes sociales por parte de los gestores deberá ser revisado a fin de sacar el mayor partido de éstas, pero sin olvidar que uno de los aspectos clave del entorno fitness y de la actividad física en general, es el contacto entre personas y la emoción compartida”, añade.
Por último, el estudio aborda también cuestiones relativas al descanso y al estado de ánimo, señalando que la media de horas de descanso ha sido de siete horas y que la calidad del sueño ha empeorado, viéndose incrementados los aspectos ‘malo’ y ‘muy malo’ en la valoración del mismo.
La investigación contempla recabar datos en las mismas fechas en el año 2021 y realizar una comparativa con los datos arrojados en esta primera fase.