Antonio Rosal, profesor del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la Universidad de la Pablo de Olavide, ha señalado que existen tratamientos para caudales pequeños de agua más viables y económicos. Sin embargo, ha matizado que no es posible hacer uso de esos tratamientos en grandes poblaciones. En este sentido, ha nombrado al Centro Experimental de Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA), situado en Carrión de los Céspedes (Sevilla), que se dedica a tratar por métodos no convencionales las aguas residuales del municipio: “Es un ejemplo real que se ve y está funcionando perfectamente”.
El profesor de la UPO ha participado en el curso ‘Métodos convencionales en el tratamiento de aguas residuales’, enmarcado en los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, con la conferencia ‘Compostaje de lodos’, en la que ha explicado el tratamiento de los lodos que se encuentran en las aguas residuales.
Rosal ha explicado los procesos que se dan, tanto en los tratamientos convencionales como en los no convencionales. En los primeros, “se llegan a realizar desgastes hasta en tres ocasiones consecutivas, que consiguen minimizar y eliminar una gran parte de los contaminantes presentes”. Al hilo de estos procesos, “se disminuye el impacto ambiental que causaría un vertido tal cual”. Por otro lado, también se dan los tratamientos no convencionales, con los que “se intentan minimizar los costes ambientales y económicos en los procesos de los convencionales”, ha especificado.
El experto ha señalado que las políticas de gestión de aguas residuales que se están llevando a cabo “están bien encaminadas” hacia la sostenibilidad. Sin embargo, ha lamentado que en España “quede mucho por hacer”, porque frente a otros países como Alemania, Holanda o Bélgica, “no estamos a la altura”.
Respecto al vertido que se genera en los cauces públicos, ha concretado que “cumple la legislación permitida”. No obstante, se están dando concentraciones elevadas de contaminantes nuevos como antibióticos o pesticidas que son difíciles de degradar porque son recalcitrantes.
Por último, ha explicado que “se está haciendo una apuesta importante promovida por la legislación para tratar los lodos que se generan en las aguas residuales mediante compostaje y digestión anaerobia”, procesos que el experto ha calificado de “acordes con la sostenibilidad medioambiental, ya que incorporan gran parte de los nutrientes y el carbono presentes”. En este sentido, Antonio Rosal ha recalcado que este tipo de vías “son muy importantes para recuperar los suelos con problemas de desertización que se encuentran en la cuenca mediterránea”.