“La identidad de España y el flamenco es tan inmediata como la de Lorca con la poesía”, sentencia la periodista Marta Carrasco, para quien este género musical ha influido en la identidad de España “de forma definitiva”, ya que “no hay muchos países que tengan una forma musical, dancística y estética declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”, asevera. No obstante, reconoce que el uso propagandístico del flamenco durante el franquismo provocó un desprestigio posterior cuya rémora aún perdura al identificarse Andalucía con el subdesarrollo.
Marta Carrasco, periodista, investigadora y divulgadora del baile flamenco, ha pronunciado esta mañana una conferencia sobre artistas flamencos como La Argentinita, Antonio el Bailarín, Carmen Amaya, José el Greco y Antonio el de Triana, entre otros, dentro del curso ‘El flamenco, imagen de España en el mundo’, que se celebra hasta mañana en la sede Olavide en Carmona bajo la dirección del doctor e investigador Ildefonso Vergara.
En opinión de Carrasco, la percepción del flamenco fuera de España es “mucho más sorprendente” que en nuestro país, “donde lo miramos como algo cotidiano”, ya que más allá de nuestras fronteras nacionales “produce admiración, asombro y emoción” como género único “incluso por encima de clásicos como la ópera”.
En este sentido, destaca que el flamenco está presente en los grandes festivales de música del mundo -donde Paco de Lucía fue pionero- con artistas compartiendo circuitos de danza o música habituales en Marsella, Lyon, Nueva York o Londres, lo que proyecta una imagen muy positiva de España en el extranjero, a lo que han contribuido los medios de comunicación de forma decisiva “sobre todo desde el segundo tercio del siglo XX”, apunta.
Con respecto a la situación actual del arte flamenco, esta investigadora y divulgadora del género considera que está “adaptándose” a la formación de nuevas generaciones porque se trata de un “arte libre y vivo” cuya mayor evolución se ha experimentado en la guitarra y el baile, convirtiéndose en un “espectáculo integral” en el que interviene la dirección escénica y artística y la elaboración de coreografías que han generado un patrimonio “insólito y único en el mundo de la danza mundial”, ya que, en opinión de la periodista, es el baile el que ha tenido una “mayor, más rápida y brillante evolución” dentro del arte flamenco.
Marta Carrasco explica que el flamenco surge a mediados del siglo XVIII como un género que se interpretaba en tabernas y casas de postas, viviendo su edad de oro a caballo entre los siglos XIX y XX mediante la profesionalización y regulación de los cafés-cantantes y su posterior incorporación a la programación de los teatros. Sin embargo, asegura que la “verdadera evolución” del flamenco se produce ya en el siglo XX gracias al papel desempeñado por los medios de comunicación y a la llegada de personalidades a partir de los años 70. La “revolución” llegaría con Paco de Lucía y Camarón de la Isla en medio de los fenómenos discográfico y radiofónico “y ahora las redes lo inundan todo”, concluye.