El catedrático en Ciencia Política y de la Administración de la UPO, Manuel Ricardo Torres Soriano, ha advertido de que la desinformación «afecta mucho» a la calidad de la democracia y que «genera efectos muy perniciosos para su desarrollo», ya que «contribuye a la polarización y la sociedad se divide en grupos que son incapaces de llegar a consensos en cuestiones importantes para todos», lo que conlleva «una sociedad donde, al final, la democracia funciona mal».
Con motivo de su participación en el curso de verano ‘Comunicación política: estrategias para un contexto de polarización. 3ª edición’, que comenzó el pasado lunes en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona y está dirigido por los profesores de la UPO Marta Vélez Rodríguez y José Manuel Trujillo Cerezo.
Torres Soriano ha insistido en que el fenómeno de las noticias falsas «no es solo algo que envenena el debate o lo hace más tosco» sino que «tiene un impacto a largo plazo mucho más peligroso de lo que pensamos» y que «una democracia debe protegerse frente a este tipo de injerencias». Para este objetivo, ha asegurado que los medios de comunicación son «el principal antídoto contra la desinformación» y ha abogado por la «recuperación del protagonismo que tenían tiempo atrás», al venir de «una etapa de debilitamiento económico y de un modelo de negocio donde se han descapitalizado, además del cambio que han sufrido debido a las nuevas tecnologías» y por «errores propios que han cometido».
De hecho, ha señalado a las redes sociales y las plataformas digitales como «uno de los grandes motores del crecimiento inmenso que ha tenido la desinformación en nuestra sociedad» y que «ya no son solo organizaciones que intentan jugar en este juego, sino que incluso individuos aislados pueden tener la habilidad suficiente como para convertirse en un actor influyente».
El catedrático ha expresado, además, que «el problema de la desinformación sería totalmente distinto si no fuera por las oportunidades que dan las redes, ya que son plataformas diseñadas para viralizar y facilitar la conexión entre el que informa y el que lo recibe», lo que lo convierte «en el escenario ideal» para cualquier actor de desinformación.
Para terminar, ha instado a los ciudadanos a «consultar cuantas más fuentes mejor» como medida para combatir la proliferación de noticias falsas y «tratar de informarse también en otros medios que quizás no les guste lo que dicen o no estén de acuerdo con su línea editorial porque, al final, unos compensan a otros». Ha concluido con que «la principal herramienta de un ciudadano crítico es la capacidad de oír todo tipo de voz».
Fuente: Europa Press