La Universidad Pablo de Olavide se encuentra entre las diez universidades españolas más activas en empleabilidad, según el informe Itinerarios de inserción laboral y factores determinantes de la empleabilidad: formación universitaria versus entorno, dado a conocer por la Fundación BBVA y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas). El estudio analiza los factores que más influyen en el acceso al mundo laboral de graduados y graduadas, así como las acciones que llevan a cabo las universidades para facilitar la búsqueda de empleo.
El informe agrupa las medidas de empleabilidad llevadas a cabo en las universidades en diez categorías, otorgando en cada ámbito el valor máximo a las universidades que desarrollan todas las actividades identificadas. La UPO se sitúa entre las diez universidades más activas, con un índice promedio de 68. Los aspectos contemplados en el informe para facilitar la empleabilidad de los estudiantes por las universidades son: servicio de orientación preuniversitaria; sensibilización; información; formación; orientación profesional y laboral; prácticas; bolsa de empleo y networking; emprendimiento; observatorio (estudios de inserción laboral); e indicadores de calidad. La Universidad de Valencia con un índice de 82,2; la Politécnica de Valencia con 78,8; y la Politécnica de Madrid con 76,8 son las tres universidades que mayor puntuación obtienen.
Según el estudio de la Fundación BBVA y el Ivie, todas estas acciones además de la oferta de titulaciones y la idoneidad y calidad de la formación recibida –factores que dependen de las universidades– pueden mejorar la empleabilidad de los titulados en un 26,7%. Los estudios cursados son la variable que más influye en la probabilidad de encontrar un empleo, con diferencias de 47,4 puntos porcentuales entre las tasas de ocupación de las carreras con mejores y peores resultados. Otros factores que también inciden en la probabilidad de encontrar un empleo, aunque en mucha menor medida, son la comunidad autónoma en la que residen los titulados y factores personales como la edad y la capacidad del estudiante.
A pesar de la crisis en el empleo de los últimos diez años, la situación laboral de los universitarios y universitarias en España es mejor que la del resto de la población activa. Así, en 2017 trabajaban 792.000 titulados más que en 2007, a pesar de que en este período se destruyeron 1,76 millones de empleos. El informe concluye que las universidades que más aportan a la mejora de la empleabilidad de sus egresados son aquellas que la consideran como un eje estratégico; diseñan su oferta académica atendiendo a la demanda laboral de las titulaciones; promueven la movilidad de sus estudiantes; se preocupan por la reputación de la institución y la calidad de su profesorado; colaboran con las empresas e instituciones de su entorno; y desarrollan múltiples actividades informativas y formativas para que sus estudiantes conozcan el mercado de trabajo y aprendan a gestionar su inserción y su carrera profesional.
