La Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) ha presentado este lunes en Madrid el Informe CYD 2018, la decimoquinta edición de su informe anual sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo. El acto ha contado con la participación de la presidenta de la Fundación CYD, Ana Botín; el presidente de CRUE Universidades Españolas, José Carlos Gómez Villamandos; el presidente del Comité Ejecutivo de la Fundación CYD, Javier Monzón; y el presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de Universidades, Antonio Abril.
En su XV Informe CYD, elaborado con datos estadísticos de 2018, la Fundación constata que el sistema universitario español, tanto en cifras como en la opinión de los expertos, está superando ya los impactos de la crisis económica y valora los resultados y las respuestas de la universidad española a las demandas sociales de manera satisfactoria y, en muchos casos, excelente. No obstante, pone de manifiesto a su vez la existencia de barreras que impiden la mejora en ámbitos como la internacionalización, la excelencia en la investigación, la adaptación de las titulaciones a la demanda de los ocupadores o la flexibilidad y celeridad en la mejora de la docencia y la transferencia.
Por todo ello, la Fundación CYD concluye que es necesaria una reforma educativa de la educación superior en España que permita a las universidades una mayor autonomía, mejor gobernanza, más rendición de cuentas, elevar su presupuesto y asumir sus responsabilidades y compromisos para poder seguir mejorando su posición en los rankings en relación a las universidades del mundo.
La necesidad de una reforma se ha visto reforzada por la emergencia de nuevos desafíos. Algunos de ellos son consecuencia directa de las políticas de la Unión Europea relacionadas con el desarrollo del espacio europeo de educación superior y otros debido a los cambios económicos y sociales que se desprenden del avance tecnológico. Entre ellos, el aumento de la internacionalización y competencia entre universidades ha ocasionado respuestas con propósitos globales, cuyo ejemplo más reciente es la creación del programa Universidades Europeas.
En su informe 2018, la Fundación destaca las siguientes tendencias del sistema universitario, dedicando un monográfico al estado de la empleabilidad de los graduados universitarios:
- Matriculados. El curso 2017/2018 es el sexto consecutivo en el que disminuye el número de estudiantes matriculados en estudios de grado, mientras que aumenta el de máster oficial. Contrasta la evolución siempre negativa de los matriculados de grado en las universidades públicas con el número positivo en las privadas. El 19,3% de los matriculados (grado y máster) estudia en instituciones privadas.
- Oferta universitaria. Aumento continuo de las universidades privadas. Desde la última universidad pública creada en 1998 se han autorizado más de 20 privadas. Las universidades a distancia suponen el 15% de los matriculados de grado y el 24% de estudiantes de máster.
- Internacionalización. El porcentaje de estudiantes internacionales que acuden a España a estudiar el grado es de los menores de la OCDE, 0,9% frente a una media del 4,3% en la OCDE y del 6,5% para la UE-23. En el caso del máster, sin embargo, el dato en España del 8% se acerca más al de la OCDE (11,9%) y al de la UE-23 (12,9%).
- Personal docente e investigador. En el curso 2017/2018 se registra un aumento del 2,1% alcanzando los 122 910 trabajadores.
- Gasto en I+D. El gasto en I+D en relación al PIB español registra por primera vez desde el 2010 un aumento del 1,2%. En cuanto al gasto en I+D en la educación superior, hay un aumento del 4,4% en el año 2017 respecto al anterior, siendo las universidades públicas quienes destinaron más gasto a estas actividades (89,97%).
- Resultados de investigación. Si bien el volumen de producción científica continúa creciendo (3,99% de la producción mundial, 11ª posición, en el período 2013-2017), este crecimiento convive con un descenso del liderazgo y la excelencia científica en España.
- Inserción laboral de los graduados. El Informe CYD 2018 destina un capítulo especial a analizar la inserción laboral de los graduados españoles extrayendo algunos rasgos fundamentales. El desempleo de los titulados universitarios en España se mantiene elevado y por encima de otros países del entorno, si bien, cuanta más formación posee un trabajador, mayor es la estabilidad del empleo y mayores los ingresos procedentes del trabajo realizado. En cualquier caso, la tasa de paro de los graduados universitarios es inferior a la del resto de la población activa. El informe señala como principal problema que la oferta de titulados es superior a la demanda del tejido productivo en nuestro país, lo cual produce la mayor tasa de sobre cualificación en el mercado de trabajo de toda la Unión Europea. La Fundación resalta la necesidad de promover la colaboración entre la universidad y la empresa más allá de los programas de prácticas, con iniciativas como la formación universitaria dual, los doctorados industriales, los programas de formación conjunta entre universidades y empresas, aumentar la permeabilidad entre los ciclos formativos de grado superior y las titulaciones universitarias y, en general, todas aquellas acciones que permitan reducir este desajuste.
La Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo), constituida en diciembre de 2002 con una visión universitaria y empresarial, tiene como principal objetivo analizar y promover la contribución de las universidades españolas al desarrollo económico y social del país, así como ampliar los vínculos entre universidad y empresa. Las empresas, instituciones y personas que forman parte de Fundación CYD como patronos son Ana Botín, Aqua Development Network, Boston Consulting Group, Calidad Pascual, Cámara de Comercio de España, Caser, Ciments Molins, Cuatrecasas, Francesc Solé Parellada, Freixenet, Fundación Antonio de Nebrija, Fundación EY, Goldman Sachs International, Grupo Santander, Havas Media, Iberdrola, IBM, Inditex, Indra, Javier Monzón, Prisa, Telefónica y Uría Menéndez.
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