En el marco de las celebraciones con motivo del Día Internacional de las Lenguas de Señas que se conmemora mañana jueves 23 de septiembre, y de la Semana Internacional de las Personas Sordas, la Universidad Pablo de Olavide ha celebrado la ‘Jornada sobre Lengua de Signos Española’, un encuentro que en el que se ha dado a conocer la alianza existente entre la UPO y tres de las asociaciones más relevantes de nuestro país que luchan por la inclusión de las personas sordas y sordociegas en la sociedad y por la normalización de la lengua de signos española.
Inaugurada por el rector de la UPO Francisco Oliva Blázquez, la jornada ha contado con las intervenciones de Marta Muñoz Sigüenza, miembro del Consejo de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE); Alfredo Gómez Fernández, presidente de la Fundación Andaluza de Accesibilidad y Personas Sordas; y María del Carmen Álvarez Núñez, presidenta de la Asociación de Personas Sordociegas de Andalucía (ASOCIDE Andalucía).
Asistieron al acto Marcial Gómez Balsera, director general de personas con discapacidad e Inclusión de la Junta de Andalucía; David Cobos Sanchiz, vicerrector de Cultura y Políticas Sociales; José Luis Sarasola Sánchez-Serrano, director general de Innovación Social; María José Parejo Guzmán, directora académica de Integración y Diversidad Funcional; Rosa María Díaz Jiménez, decana de la Facultad de Ciencias Sociales, y Rosario Moreno Soldevila, decana de la Facultad de Humanidades.
Compromiso con la atención a la diversidad y una sociedad inclusiva
Durante su intervención, el rector Francisco Oliva ha puesto en valor la importancia del trabajo colaborativo de la universidad con estas tres asociaciones con las que recientemente se han firmado sendos convenios de colaboración, y ha manifestado que “la universidad ha de ser necesariamente inclusiva como elemento esencial para poder ser considerada como tal”. Francisco Oliva también señaló que la UPO viene trabajando intensamente en este ámbito desde su Servicio de Atención a la Diversidad Funcional y resaltó la importancia de haber creado una Dirección Académica sobre Integración y Diversidad Funcional para reforzar específicamente las políticas sociales en dicha línea de trabajo durante este período.
“El camino es largo, pero nosotros lo hemos iniciado con pasos firmes y aportando nuestro granito de arena con acciones como ésta, con ofertas formativas sobre lengua de signos en la propia universidad o desarrollando acciones específicas que desbordan la ley; por ejemplo, contando con interpretación profesional en lengua de signos, a partir de ahora, en todos los actos académicos más importantes de la universidad, como será en el acto de apertura oficial del curso académico que se celebra mañana jueves”, ha declarado el rector.
“La universidad ha de ser necesariamente inclusiva como elemento esencial para poder ser considerada como tal”
FRANCISCO OLIVA
Así, Francisco Oliva ha ratificado el compromiso de la Universidad Pablo de Olavide con promover la igualdad en todos los sectores y ámbitos, potenciar el acceso a la comunicación e incorporar la diversidad a la vida académica, pues, ha afirmado “el reto de la Universidad del siglo XXI es lograr la plena inclusión”.
La jornada contó también con la intervención del profesor de la UPO Mariano Reyes Tejedor, director de la Red Interuniversitaria para Docencia de las Lenguas de Signos (RIID), quien desarrolló una defensa de los derechos de las personas sordas y sordociegas, relatando las obligaciones legales que las administraciones tienen para con el colectivo, e informó de la puesta en marcha de la primera edición de un Máster de Docencia en Lengua de Signos Española, Título Propio de la Universidad Pablo de Olavide.
Respecto a la firma de los convenios, Mariano Reyes destacó la relevancia en el ámbito de la Lengua de Signos Española (LSE) y sus usuarios, personas sordas y sordociegas, en tanto en cuanto aúna el deseo de las asociaciones, a través de sus representantes y de la Universidad, para visibilizar esta lengua y a las personas sordas y sordociegas. “La Universidad tiene que como objetivo prioritario revertir a la sociedad conocimiento y, sobre todo procurar el bien común a través de acciones concretas que propicien la mejora en los colectivos que usan una lengua minoritaria como es la Lengua de Signos Española o Catalana. Por ello, la firma de estos convenios obedece a cumplir ese objetivo así como trazar nuevas líneas de colaboración de la UPO con las asociaciones más relevantes del Estado, en la línea de la normativa legal tanto nacional como internacional que inciden en el derecho de todas personas a poder acceder a la información y el Estado a hacerlo efectivo”, declara el profesor de la UPO.
Por su parte, María del Carmen Álvarez Núñez, presidenta de la Asociación de Personas Sordociegas de Andalucía (ASOCIDE Andalucía), destacó en su intervención que el colectivo al que representa, el de las personas sordociegas, es muy heterogéneo y utiliza diferentes sistemas de comunicación. De ahí la necesidad de darse a conocer en la sociedad y pedir el apoyo de instituciones, como la Universidad. «Las personas sordociegas necesitamos comunicarnos con los demás y estar integrados en la sociedad. Y no solo contar con voluntarios, sino con profesionales de calidad. Por ello, consideramos que es importante que en Andalucía se oferte un grado universitario que ofrezca esta formación», afirma María del Carmen Álvarez.
El presidente de la Fundación Andaluza de Accesibilidad y Personas Sordas, Alfredo Gómez Fernández ha expresado que “coincidiendo con la celebración de la Semana Internacional de las Personas Sordas, la Fundación se une a la comunidad sorda internacional, representada por la WFD, Federación Mundial de Personas Sordas, para reclamar a los gobiernos voluntad y determinación en la aplicación de medidas que hagan efectiva la igualdad de oportunidades de este colectivo, y doten a la población sorda de los recursos y apoyos que necesiten para comunicarse y para acceder a la información y a los diferentes bienes y servicios”.
Finalmente, Marta Muñoz Sigüenza, miembro del Consejo de la Confederación Estatal de Personas Sordas ha destacado que las lenguas de signos son consideradas lenguas minoritarias y minorizadas. “De ahí que éstas precisen una mayor protección y, sobre todo, un fuerte compromiso social. Por ello, es de suma importancia que las universidades implementen planes de estudio que propicien el aprendizaje y la enseñanza de la lengua de signos y que para ello colaboren estrechamente con la red asociativa que conforma esta Confederación, es decir, que establezcan planes que tengan siempre presente una estrecha colaboración con la comunidad sorda”, afirma Marta Muñoz, quien añade que “Debemos dejarnos guiar por ese compromiso de trabajar con la lengua y con la comunidad sorda, siendo conscientes de que transmitir la lengua de signos española es también transmitir los valores y la historia de toda una comunidad. Y, por supuesto, con la finalidad de que el alumnado que aprenda esta lengua en la universidad sea capaz de desplegar después, y hacerlo bien, todo lo aprendido”.