
El rector de la Universidad Pablo de Olavide ha visitado esta mañana el nuevo edificio que incrementa la capacidad de experimentación científica con animales modelo en el campus. La nueva instalación (Servicios Centrales de Investigación 3, edificio 52), situada junto al CABD, supone un salto cualitativo y cuantitativo, al ampliar de manera significativa la capacidad de cría y mantenimiento de modelos animales de interés en biomedicina, además de habilitar espacios diseñados para llevar a cabo nuevas técnicas de investigación, gracias a sus ocho laboratorios y sus cuatro criaderos. Francisco Oliva ha realizado la visita junto a Antonia Jiménez, vicerrectora de Investigación, Transferencia y Doctorado, y Juan R. Tejedo, vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad.

Con una superficie construida de 566,65 m², el edificio está formado por una planta dividida en áreas según las necesidades de seguridad y contención que requiere su uso, área de mantenimiento y área de experimentación. El tránsito entre ambas zonas se produce a través de dos exclusas que garantizan la seguridad biológica. La organización interna del espacio se configura por módulos, estos se agrupan para generar espacios de circulación periféricos, facilitar la inserción de nuevas barreras y las dobles circulaciones que permiten sectorizaciones en función de las necesidades de investigación. La cubierta dispone de sistemas de ventilación, climatización y presión diferencial para los módulos, además de paneles fotovoltaicos que han permitido alcanzar una clase energética ‘A’.
El Animalario de la Universidad Pablo de Olavide se ha consolidado en la última década como una plataforma de referencia en experimentación animal, contribuyendo a la proyección internacional y a la excelencia investigadora de la UPO. Su diversidad de modelos acuáticos y terrestres, y la incorporación de nuevos grupos de investigación han reforzado de forma decisiva el potencial científico de esta infraestructura. No obstante, el crecimiento experimentado en los últimos años se había visto condicionado por limitaciones de espacio y equipamiento.
La ampliación del Servicio Central de Animalario, que ha sido proyectada para crecer en altura si fuera necesario, permitirá a la Universidad Pablo de Olavide avanzar como centro de referencia internacional en el uso y desarrollo de modelos animales, y ofrecer así soporte a una investigación competitiva y de vanguardia en múltiples disciplinas científicas. Los laboratorios estarán al servicio de los grupos de investigación de la Universidad y, de manera destacada, de los situados en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), pero también a entidades colaboradoras y empresas de ámbito nacional e internacional, reforzando la vocación abierta de la ciencia que parte de los campus públicos. La construcción del edificio ha sido financiada por la Agencia Estatal de Investigación, Gobierno de España, y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).