En la Universidad Pablo de Olavide, hay una paridad entre mujeres y hombres exacta, casi milimétrica, en los cargos de representación universitaria. Sin embargo, solo un 23% de mujeres son responsables del casi centenar grupos de investigación y un 22% de las cátedras son ocupadas por estas cuando representan el 44,35% del total del profesorado. Con el objetivo de romper estas evidentes brechas de género y avanzar de manera más eficaz y eficiente en la igualdad en esta Universidad, se ha incluido la perspectiva de género en los presupuestos de este año y, más recientemente, se ha aprobado el III Plan Estratégico para la Igualdad de Género.
Una y otra medida ha llevado a que el VI Plan Propio de Investigación y Transferencia 2023-2026, aprobado el pasado 1 de febrero por el Consejo de Gobierno, se convierta en una herramienta determinante para visibilizar y fomentar la participación de las mujeres en el ámbito científico, apostar por el liderazgo femenino en la investigación y crear referentes no estereotipados para que niñas y jóvenes se acerquen a la Ciencia en igualdad de oportunidades. Para ello, el 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de las Niñas y las Mujeres en la Ciencia.
Pregunta: El presupuesto del Plan Propio de Investigación y Transferencia se ha elevado y casi alcanza el millón de euros. Además de su dotación, ¿qué elemento lo hace principalmente diferenciador del anterior?
Respuesta: Este nuevo plan mantiene la misma estructura de las ayudas que el plan anterior de apoyo a la excelencia, a investigadores e investigadoras emergentes, a la internacionalización y a la transferencia, pero se incorporan medidas de adaptación al Plan Estratégico y a los nuevos programas de investigación europeo, nacional y autonómico, así como a los cambios que se han producido en el marco normativo reciente con la modificación de la Ley de la Ciencia en 2022 y la aprobación de las medidas urgentes para la reforma laboral en 2021. Además, se ha afinado en su diseño para aumentar su eficacia como programa que busca impulsar las trayectorias investigadoras, mejorar la calidad de la producción científica de la Universidad y nuestra capacidad de captar recursos externos en convocatorias competitivas.
«En la medida que se amplíe el pool de personas beneficiarias, cabe pensar que el plan va a llegar a más sectores, incluidos los que tradicionalmente hayan tenido menos opciones, como sería el caso de los proyectos liderados por mujeres»
P: Esta nueva edición del Plan Propio se alinea con el III Plan Estratégico para la Igualdad de Género. ¿Qué tipo de medidas se incorporan que impulsen el liderazgo de las mujeres en la investigación?
R: El plan establece, cuando se considere preciso, medidas de acción positiva específicas en favor de las mujeres para corregir situaciones de desigualdad de hecho respecto de los hombres e impulsar la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo. En concreto, incorpora de manera explícita la priorización, en situaciones de empate en los resultados de la evaluación, de aquellas solicitudes de ayudas para proyectos de investigación liderados por mujeres o con un peso relativo mayor de investigadoras de la UPO en los equipos de investigación. Pero hay otros elementos relacionados con los criterios de elegibilidad y de valoración curricular que buscan compensar circunstancias vitales que afectan a las trayectorias investigadoras y que pueden situar en posiciones estructurales de desventaja a determinados colectivos. Por ejemplo, en el caso de las estancias internacionales de investigación, se establece la posibilidad de estancias cortas o planificadas para personas con menores o dependientes a su cargo.
P: En la evaluación de las solicitudes, se habla del uso de indicadores de impacto de las publicaciones y se relaciona la desigualdad de género con la edad académica. ¿Qué objetivo tienen estas medidas de carácter más transversal?
R: Son dos cuestiones diferentes. La primera tiene que ver con la adaptación a los criterios de evaluación de la producción científica que se están fijando en la comunidad científica internacional y que, en el caso de las publicaciones, conlleva centrarse en el impacto de las publicaciones y no tanto en la posición de la revista o la editorial en determinados rankings. La segunda cuestión tiene que ver con un objetivo que permea el diseño de las ayudas en el Plan y que se refiere, por un lado, a la ampliación del universo de solicitantes potenciales, buscando que los requisitos para poder solicitar una ayuda incluyan al máximo posible de personas y colectivos del PDI; y, por otro, con la ampliación del número de personas diferentes que resultan beneficiarias. En la medida que se amplíe el pool de personas beneficiarias, cabe pensar que el plan va a llegar a más sectores, incluidos los que tradicionalmente hayan tenido menos opciones, como sería el caso de los proyectos liderados por mujeres.
P: El objetivo 8 del Plan Estratégico está enfocado a nuevas líneas de investigación. Esto debería traer una visión más femenina a medida que las mujeres han ido ganando participación.
R: El plan introduce, como novedad, una ayuda a proyectos interdisciplinares con la que se busca prestar apoyo institucional a iniciativas investigadoras basadas en la confluencia de especialistas de distintas ramas del conocimiento. Se trata de aprovechar la cercanía y el conocimiento mutuo del personal investigador que caracteriza, como elemento diferenciador, a nuestra Universidad y que consideramos que constituye también una potencial ventaja competitiva para mejorar la calidad de nuestra investigación y la captación de fondos. Con esta medida, se pretende, además, que los grupos pequeños de la UPO puedan aportar su especialización e impulsar proyectos conjuntos más ambiciosos, transversales y de gran valor añadido.
P: La Comisión de Seguimiento y Evaluación podría tener una labor fundamental para corregir posibles desviaciones en cuanto a igualdad de género.
R: La creación de esta Comisión es también una novedad de este Plan. Se concibe como una herramienta que va a permitir, por un lado, rendir cuentas. La evaluación de los resultados del programa y su publicidad es algo insoslayable en el contexto de una institución pública que se financia con fondos públicos. Por otro lado, se concibe como una herramienta fundamental para la mejora del propio programa. En este caso, los informes de seguimiento y evaluación van a ofrecer la información necesaria para realizar ajustes necesarios, aumentar su eficacia y afinar en el diseño de las ayudas. A partir de este conocimiento, se podrá igualmente, por ejemplo, identificar posibles situaciones de desigualdad e introducir medidas correctoras.
P: Además de la diversificación de las ayudas, el VI Plan Propio de Investigación parece caminar decididamente hacia el fomento de las ayudas destinadas a preparar propuestas de proyectos competitivos. ¿Por qué y de qué manera?
R: No debemos olvidar que el Plan Propio es un programa subsidiario y complementario, que se concibe como un recurso al que nuestras investigadoras e investigadores pueden acudir puntualmente para ayudarles a iniciar o consolidar, según el momento, su trayectoria investigadora. Se trata de acompañar a nuestro personal investigador en distintas coyunturas de su trayectoria, pero sin convertirse en un recurso estructural. En este sentido, el VI Plan Propio despliega un abanico diverso de ayudas para preparar nuevas propuestas o mejorar aquellas que no han conseguido financiación. Además, como novedad, propone la opción de recibir asesoramiento de nuestro propio personal investigador con experiencia en procesos de evaluación de proyectos con el objetivo de maximizar las posibilidades de conseguir financiación.