La periodista Àngels Barceló, directora del programa ‘Hora 25’ de la Cadena SER, considera que el periodismo padece una crisis de credibilidad que, en buena medida, es “responsabilidad de los propios periodistas”, pero viene también marcada por la “precarización” del mercado laboral en el que desarrollan su labor los profesionales del periodismo, el “vaciado de las redacciones y la desaparición de la figura de los seniors”, que hace que los jóvenes que se inician en el oficio carezcan en la actualidad de referentes en quienes antes eran unos buenos “profesores y maestros que te encontrabas en las redacciones”. Aquí entran en juego, además, nuevos fenómenos como la posverdad y las fake news, “porque nuestra responsabilidad es buscar la verdad y, si no lo hacemos, hay un problema”.
En opinión de la directora de ‘Hora 25’, frente a la vorágine que ha supuesto la irrupción de Internet y de las nuevas tecnologías en el mundo de la información, “el periodismo necesita reposo, tranquilidad, poner el pie en el freno y comprobar que lo que estamos contando es verdad”, por lo que considera que “querer ser los primeros no sirve para nada si lo que cuentas no es verdad o no es bueno; más vale ser el último pero que tu información sea de calidad”, subraya.
Barceló ha hecho estas declaraciones en el ámbito del curso ‘Periodismo: la verdad y la mentira’, que se ha inaugurado en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona dentro de la programación de la XVI edición de los cursos de verano de la UPO y en el que la periodista ha pronunciado la conferencia titulada ‘La verdad y la mentira en los medios de comunicación privados’. El seminario, auspiciado por la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), se desarrolla hasta el miércoles bajo la dirección de Rafael Rodríguez Guerrero, periodista y presidente de la APS.
Para Àngels Barceló, Internet “nos ha obligado a trabajar muy deprisa pero muy mal y nuestra responsabilidad es contrastar la información y no creernos los bulos que llegan a las redacciones a través de las redes sociales”. Porque, a pesar del “gran volumen de información” que circula a diario por todos los medios y canales, la sociedad de hoy en día “tiene la posibilidad de estar muy informada, pero falla la calidad”, afirma.
Cuestionada sobre la práctica de la manipulación informativa en función de la titularidad de los medios de comunicación, asegura de manera tajante -“sin ninguna duda”- que “se manipula más en los medios públicos; en los privados se da muchísimo menos” y apuesta por la pluralidad informativa “para conocer distintos puntos de vista”. No obstante, asegura que las “líneas rojas” de la libertad en el ejercicio profesional “son las que tú quieras”, aunque todos “somos conscientes de la línea editorial del medio para el que trabajamos; yo, personalmente, tengo toda la libertad del mundo”, apostilla.
Por último, Barceló augura buena salud y largos años a la radio española, situación que define como un “hecho insólito” sólo comparable a la que se da en algunos países latinoamericanos “donde la radio hablada sigue siendo el medio que la gente elige para informarse y cuenta con mayor credibilidad”. Además, al contrario de lo que ha ocurrido con la prensa escrita, la radio es un medio que ha resistido mejor la irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación “y nos ha permitido contar con más plataformas, quizá tenemos que adaptarnos a esa nueva forma de trabajar, pero la radio está vivísima”, concluye.
