La dietista y nutricionista clínica especializada en endometriosis y patologías digestivas Joana Segovia Olmo, ha pedido «más formación en los colegios» sobre los beneficios de llevar una buena alimentación, dando también a los padres «charlas y talleres», ya que los adolescentes pueden empezar a padecer determinadas enfermedades, en especial las mujeres, que desconocen que pueden tratar de evitar o mejorar gracias a seguir una dieta saludable.
Así lo ha manifestado con motivo de su participación en el curso de verano ‘Salud femenina: nutrición, psicología y ejercicio’, dirigido por la nutricionista, directora del centro Norte Salud Psiconutrición y profesora del Área de Nutrición y Bromatología de la Universidad Pablo de Olavide Griselda Herrero Martín, que finaliza este viernes en la sede de la UPO en Carmona (Sevilla).
Ha explicado que una buena dieta saludable en la mujeres se basa en una «dieta mediterránea» rica en frutas y verduras, legumbres, pescado azul antinflamatorio –con omega-3–, proteínas de buena calidad, como las carnes blancas, e intentar no consumir tanta carne roja. Ha aclarado que, realmente, «no difiere mucho» en cuanto a la dieta recomendada para los hombres, aunque depende de en qué etapa vital se encuentre la mujer «se hará más hincapié en unos u otros alimentos o nutrientes».
A pesar de que a grandes rasgos una alimentación saludable sea la misma tanto para hombres como para mujeres, sí ha señalado que existen algunas diferencias en referencia a «las calorías, el peso, la edad, la actividad física que realice cada uno o en ciertos nutrientes que se potencian más en la mujer o en el hombre». Por ejemplo, para mejorar la fertilidad, en los hombres se potencian unos determinados nutrientes que «son diferentes a los de las mujeres».
En relación a lo anterior, la dietista ha añadido que «hay que tener en cuenta el estado hormonal», ya que por ejemplo, en el ciclo menstrual de las mujeres, existen expertos que apoyan que se consuman determinados alimentos «según la etapa del periodo en la que se encuentren». Previo a la menstruación, puede disminuir el hierro y aumentar el apetito debido al sangrado, por lo que interesa que la mujer siga una «alimentación densamente nutricional», en la que se aporten alimentos con una carga nutricional importante, ha detallado, o consumir «suplementos de cúrcuma, alimentos antinflamatorios o comidas más ligeras como sopas o caldos» durante el periodo para facilitar la digestión.
Una buena alimentación no solo puede ayudar a gozar de buena salud a cualquier persona en general, sino tambien a «prevenir enfermedades o ayudar en el tratamiento», ha afirmado. En el caso de las mujeres, este aspecto juega un «papel preventivo» en enfermedades como la endometriosis, la amenorrea hipotalámica, el síndrome de ovario poliquístico o para evitar irregularidades en el ciclo mestrual.
No obstante, ha matizado que esto no significa que puedan evitarse, ya que, por ejemplo, «no se conoce bien la causa por la que se padecen algunas de ellas» y que, en esos casos, hay que tener en cuenta «la carga genética de la enfermedad». Si se llega a presentar alguna, la alimentación «ayuda en el proceso de la enfermedad» y juega una parte de tratamiento, además del farmacológico, hormonal o quirúrgico, mejorando algunos síntomas, como el dolor, o controlando los problemas digestivos.
Para terminar, ha resaltado que existen empresas que promueven este aspecto al «contratar a nutricionistas para que expliquen la importancia de la salud» en la edad adulta, en hombres y en mujeres o en el embarazo, o asociaciones como la Asociación de endometriosis de Andalucía, de la cual Segovia Olmo forma parte, que se encargan de difundir información y ofrecer talleres y formaciones sobre cambios en la alimentación o para mejorar el estilo de vida, ha concluido.
Fuenete: Europa Press