Cursos de Verano, Entrevista

«La educación es la auténtica plataforma de emancipación social»

Entrevista a Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, que ha inaugurado hoy en Carmona el Curso de Verano de la UPO ‘Educar para la igualdad’

Isabel Celaá en los Cursos de Verano Olavide en Carmona.

– ¿Representa la educación un motor de cambio para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres?

La historia de las mujeres ha sido una historia de exclusión y de silencio. Una invisibilización que solo se rompe cuando accedemos a la educación. Cuando desarrollamos todo nuestro potencial en aquella “habitación propia” de la que hablaba Virginia Woolf. La educación es la auténtica plataforma de emancipación social. Gracias a ella hemos podido ganar autonomía, acceder al empleo y hacer cambiar las relaciones de género.

La educación es el principal motor de cambio personal y social sin duda alguna, pero no es el único. Cuando hablamos de igualdad real entre hombres y mujeres, debemos entender la educación en un sentido más amplio que lo que suponen las paredes de la escuela. Se debe educar en igualdad desde todos los ámbitos sociales: empresas, instituciones, medios de comunicación, publicidad, etc.

La escuela, sin embargo, tiene un papel fundamental desde las primeras etapas educativas. La LOMLOE, la nueva ley de educación, refuerza el enfoque de igualdad en todas las etapas a través de la coeducación y atiende además a la prevención de la violencia de género y al respeto a la diversidad afectivo-sexual.

 

– ¿Considera que el sistema educativo actual propicia la igualdad efectiva?

Sin duda se han conseguido importantes avances, especialmente con gobiernos socialistas. La historia demuestra que las mujeres hemos sido, somos y seremos fuerza de cambio y progreso social. Debemos ocupar el espacio público en pie de igualdad con los hombres y para ello se necesitan políticas públicas progresistas en el ámbito político, económico, laboral y educativo.

El acceso igualitario a la educación y la permanencia en el sistema están garantizados. Incluso, en líneas generales, las niñas y las jóvenes obtienen mejores resultados académicos que niños y jóvenes. Pero debemos seguir trabajando para eliminar los sesgos de género que aún tienen determinadas materias o estudios.

Le daré solo algunos datos. Las mujeres son el 53,5% en Bachillerato, pero sigue habiendo diferencias entre itinerarios: en Artes son el 70,2%; en Humanidades el 63,6% y en Ciencias, el 47,3%. Son solo el 11,4% del alumnado de Formación Profesional en las familias de Informática y Comunicaciones, el 9,4% en Fabricación Mecánica y el 4,8% en Electricidad y Electrónica.

La situación es similar en los Grados y Másteres universitarios: solo un 12,9% de los estudiantes de Informática son mujeres y en las carreras relacionadas con Ingeniería, Industria y Construcción son el 28,5%.

Para acabar con este desequilibrio, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha impulsado la ‘Alianza STEAM: niñas en pie de ciencia’, una iniciativa a la que se han adherido ya más de medio centenar de empresas e instituciones para despertar en niñas y jóvenes vocaciones en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en conexión con las Artes y Humanidades. Además en la LOMLOE se recogen diferentes medidas para impulsar la igualdad efectiva.

– Desde su punto de vista, ¿qué está fallando en la sociedad para que se sigan produciendo casos de violencia machista?

La violencia contra las mujeres por el hecho de serlo es una realidad tan constatable como insoportable. Es la mayor y más dramática expresión de la desigualdad. Determinados mensajes y actitudes de la extrema derecha son muy nocivos y suponen una enorme involución que incide en las actitudes y comportamientos de las personas más jóvenes.

Debemos actuar en todos los ámbitos y así lo estamos haciendo en el ámbito educativo. Según un estudio reciente de la profesora María José Díaz-Aguado, en el que han participado más de 10.000 menores de 14 a 18 años, trabajar la prevención de la violencia de género en la escuela reduce a la tercera parte la posibilidad de que los chicos la ejerzan. Debemos por tanto trabajarla más y trabajarla mejor. Debemos seguir avanzando en igualdad.

¿Cuáles son las desigualdades más flagrantes que existen entre hombres y mujeres y qué se está haciendo desde el Ejecutivo para combatirlas?

Los avances decisivos para lograr la igualdad efectiva entre hombres y mujeres se han producido siempre con gobiernos progresistas. Así ha sucedido, por ejemplo, con la ley de igualdad que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y las leyes que está impulsando el gobierno de Pedro Sánchez. Un gobierno, por cierto, en el que las mujeres ocupamos un lugar muy importante.

Como le decía antes, las mujeres obtienen mejores resultados académicos que los chicos y, sin embargo, acceden a peores puestos de trabajo y peores salarios. Es imprescindible fomentar en las niñas y jóvenes la idea de que pueden llegar hasta donde quieran, hasta el máximo de sus capacidades y poner a su alcance los medios necesarios para que lo consigan. Y para que la maternidad no penalice laboralmente a las mujeres.

Quiero destacar en este sentido, que vamos a crear 65.000 plazas públicas de educación 0-3 en los próximos tres años. Primero porque la escolarización temprana mejora el rendimiento educativo en etapas posteriores y reduce las desigualdades sociales, pero también porque sin duda facilitará que muchas mujeres puedan hacer compatible la maternidad con un puesto de trabajo.

Acaba de finalizar el que sea, quizás, uno de los cursos académicos más difíciles que se recuerden debido a la pandemia. ¿Qué valoración hace la ministra de este curso?

Sin duda lo ha sido, al igual que el pasado. Quiero ante todo agradecer el trabajo extraordinario de toda la comunidad educativa: equipos directivos de los centros, personal docente y no docente, alumnado y familias. En medio de muchas dificultades y no pocas críticas, apostamos por abrir la escuela este curso y hemos logrado mantenerla abierta gracias a la implicación y el compromiso de todos. España ha sido uno de los pocos países del mundo que lo ha conseguido. Si algo hemos logrado entre todos es que la educación escale varios puestos en la agenda política y social de este país. Las familias han mirado a la enseñanza. Se han dado cuenta de que, cuando no funciona, hay un problema inmenso. Pero también nos deja la lección de que la presencialidad es insustituible.

¿Volverá la normalidad a las aulas el próximo curso?

Nos acercamos cada vez más a la normalidad, sin duda gracias a la vacunación. Aunque no podemos bajar la guardia porque la pandemia sigue aquí. El próximo curso debemos mantener medidas de protección y control, como las mascarillas en el aula y la ventilación frecuente, que nos han permitido mantener la escuela abierta este curso.

Pero más allá de las cuestiones sanitarias, la pandemia también ha hecho mella en los aprendizajes y el próximo curso, como hemos hecho este, debemos paliar las carencias educativas que tiene parte del alumnado. Por eso es tan importante que continúen los docentes extra que se han contratado durante este curso que acaba de concluir.

Y no podemos descuidar el impacto que esta situación tan dura ha tenido en el bienestar emocional de niñas, niños y jóvenes.

– El desempleo juvenil es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. ¿Qué está sucediendo para que las nuevas generaciones, de las mejor formadas en la historia de nuestro país, tengan que salir fuera para encontrar trabajo?

Efectivamente es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad. Y más doloroso también. Sus causas son múltiples y complejas y por lo tanto su resolución nos obliga a actuar desde diferentes ámbitos. Desde el punto de vista formativo, los datos nos dicen que, por una parte, tenemos un número muy alto de personas con formación superior y formación básica, y muy pocas con formación intermedia. Por otra parte, las empresas tienen dificultades para cubrir puestos de trabajo que requieren precisamente esa formación intermedia.

A la vez, en España tenemos un porcentaje de abandono escolar que se sitúa 6 puntos por encima de la media europea, lo que conduce a muchos jóvenes a empleos precarios y los sitúa en riesgo de exclusión social.

A partir de la crisis de 2008, los gobiernos del PP recortaron sustancialmente la inversión en educación y formación. Nosotros hemos incrementado nuestro presupuesto un 139% y contamos con casi 5.000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para los próximos tres años.

Estamos adoptando medidas para reducir las tasas de abandono educativo, con programas de refuerzo, y estamos desarrollando un ambicioso plan de Formación Profesional, incrementando plazas y diseñando nuevas titulaciones. Vamos a conectar la formación con la empresa para identificar las necesidades formativas que requieren los puestos de trabajo. Vamos a hacer que toda la Formación Profesional sea dual para que las y los estudiantes se formen mucho más tiempo en las empresas.

Fomentamos la innovación, el emprendimiento, la internalización y la digitalización.  Somos promotores de talento porque necesitamos el talento de todos y todas.

– ¿Cree que la Universidad española está adaptada a la realidad del mercado laboral?

Vivimos en un mundo en el que se producen cambios vertiginosos. Nuestros padres o abuelos (porque eran los hombres quienes trabajaban fuera de casa) adquirían una formación y, en líneas generales, accedían a un puesto de trabajo que mantenían hasta su jubilación. Ese mundo ya ha desaparecido. Ahora las y los jóvenes deben formarse a lo largo de toda su vida y prepararse para desempeñar diferentes puestos de trabajo, quizá de ámbitos distintos también. Es importante que adquieran la mejor formación, ese es el gran reto que tenemos todas las autoridades educativas, desde la educación infantil hasta la educación superior.

La Universidad española sin duda se está adaptando a esta realidad, un objetivo complejo sin duda, pero inaplazable.

– ¿Cuáles son los próximos retos que se impulsarán desde el Ministerio en materia educativa?

Desde que asumí la cartera de Educación y Formación Profesional en 2018, estamos llevando a cabo la gran transformación que nuestro sistema educativo necesita. Tenemos ya una ley educativa, aprobada por mayoría absoluta con el apoyo de siete fuerzas políticas en diciembre de 2020, y hace unas semanas presenté al Consejo de Ministros el texto de anteproyecto de lo que será la nueva ley de Ordenación e Integración de la Formación Profesional.

Estamos inmersos en el desarrollo de la ley educativa, diseñando un nuevo currículo que permita que los aprendizajes sean más competenciales, más profundos. Hemos comenzado ya los trabajos para desarrollar la carrera profesional docente y estamos poniendo en marcha también el Plan de Formación Profesional que, junto con la ley, supondrá la transformación radical de estas enseñanzas en una formación de primer nivel.

Tenemos por tanto proyectos y tenemos inversión. Y un trabajo apasionante para situar a nuestro país en la vanguardia educativa.

 

 

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