El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha impartido hoy lunes en la Universidad Pablo de Olavide, la conferencia ‘Justicia 2030: más allá de la justicia’, una lección con la que se inaugura el programa de doctorado ‘Ciencias Políticas y Jurídicas’ del curso académico 2020-2021. El acto ha sido presidido por el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán Fluja, y ha contado con la presencia, entre otros asistentes, de María Sandra García Martín, delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Andalucía, Rocío Reinoso Cuevas, presidenta del Consejo Social de la UPO, y María Serrano Fernández, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad, además de profesores y estudiantes del programa de doctorado.
“Las universidades tenemos una responsabilidad muy importante en la formación de los jóvenes y, en concreto de los doctores. El doctorado ‘Ciencias Jurídicas y Políticas’ es un semillero de nuevos investigadores en este terreno”, ha manifestado el rector de la Universidad Pablo de Olavide.
En su discurso, el ministro de Justicia, ha expuesto el proyecto ‘Justicia 2030’, que ha descrito como “el plan más ambicioso jamás pensado para la administración de Justicia desde la transición española” y ha señalado la necesidad de una mirada más atenta a la sociedad para mejorar la Justicia en España. En este sentido, ha apuntado la aprobación en breve en Consejo de Ministros de la Ley de medidas de justicia digital y sostenible, destacando que supondrán “un gran impulso a la implantación de soluciones más ágiles y eficientes en la tramitación de los pleitos en los cuatro órdenes jurisdiccionales”.
En cuanto a los principales proyectos normativos a desarrollar, Juan Carlos Campo ha señalado la reforma del Código Penal en materia de delitos contra la libertad e indemnidad sexual; los delitos de maltrato y abandono animal; o la adaptación de los delitos de rebelión y sedición para actualizarlos al siglo XXI.
Tras la ponencia, el ministro, acompañado del rector de la UPO, ha conocido los terrenos del campus donde podría ubicarse el Instituto Nacional de Toxicología, un enclave estratégico y de apuesta por la interdisciplinariedad científica. Por último, ha realizado una visita a diversos laboratorios del Instituto de la Grasa (CSIC).