Rapening mechanisms
Por: Amalio A. Rey
En el post anterior hablaba de las “spin-off como paso previo a las licencias”, para sugerir la idea de promover “incubadoras de empresas temporales”, diseñadas solo para acoger proyectos de valorización de tecnologías.
Dado que me han preguntado más sobre esto, y veo que es un tema que atrae bastante el interés de la gente que realiza funciones de transferencia, me voy a extender en esta cuestión aportando más detalles operativos.
Por recordar el concepto, cuando hablamos de “Incubadoras de valorización de tecnologías” lo que estamos proponiendo es dejar de incubar empresas en los términos que lo hemos hecho hasta ahora, para hacerlo con “tecnologías”.
El mundo anglosajón llama a esta fórmula híbrida “rapening mechanisms”, que significa literalmente “madurar la fruta hasta que se ponga dulce y lista para comer”, ¿muy gráfico el término como metáfora, verdad?
El proceso de incubación o “maduración” (“rapening”) se puede acometer adoptando como “unidad u objeto de incubación” un PROYECTO, pero también una EMPRESA concebida como un “repositorio temporal” donde ejecutar el “proyecto de valorización” que una vez terminado, y transferida la tecnología, tienes varias opciones: 1) se inactiva, 2) se vende (la empresa con tecnología incluida, 3) ¡¡o se dedica a acometer un nuevo “proyecto de valorización”!!
A cada “proyecto de valorización” que entre en la incubadora se le asigna un “Manager” que se encargará de diseñar, gestionar, verificar y asegurar que la valorización se produce en los términos acordados. Será quien controle cómo se utiliza el dinero asignado por la entidad gestora de la incubadora (o por un programa de valorización como InnoCash) para la maduración del proyecto, y exija que se cumplan los plazos y las especificaciones acordadas.
Al mismo tiempo que el equipo de investigación adjudicatario de la financiación se centra en reducir los “riesgos tecnológicos” (que es uno de los grandes objetivos del proyecto), el Manager se dedica a estudiar el mercado, identificar posibles empresas interesadas y en definitiva, reducir los “riesgos comerciales” y preparar la tecnología para la fase de comercialización.
La figura del “Manager” funciona, por lo tanto, como un “gestor del Rapening” y sus resultados se medirían (e incentivarían) por el aumento en valor que consigan las tecnologías que entran en la incubadora.