El análisis coste-beneficio (ACB) en proyectos de infraestructuras es habitual en toda Europa. Sin embargo, en España sólo se conoce una referencia previa aplicada a infraestructura ciclista, en Sevilla, proyecto que fue también realizado por la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide, con participación del profesor Raúl Brey, en el periodo 2013-2015 dentro de la convocatoria “Contrato de servicios de proyectos de I+D+I relativos al ámbito competencial de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía para los años 2012 y 2013”. En el caso de la metrópolis de Barcelona, se trata de la primera evaluación que se hace.
Así, el ACB es una herramienta que sirve para evaluar la idoneidad de proyectos o políticas públicas mediante la cuantificación del cambio en el bienestar (beneficios menos costes sociales) que su desarrollo genera en la sociedad en comparación con la situación que existiría sin su ejecución. Una vez que se identifican todos los costes y beneficios sociales en el periodo de análisis, se cuantifican monetariamente y se comparan mediante distintos indicadores, los cuales permiten establecer la idoneidad del proyecto o política pública para la sociedad.
Bicivia: rentable social y económicamente
El estudio ha mostrado que la rentabilidad social y económica que ha conseguido la red ciclista metropolitana de Barcelona en los dos tramos de la red estudiados (la conexión Esplugues-Barcelona por la Diagonal —eje Bicivia 7— y la conexión del polígono de la Zona Franca con el paseo de la Zona Franca —eje Bicivia 1—) supondrá un retorno positivo de 25,11 millones de euros para el área metropolitana de Barcelona en 30 años, y sólo han sido necesarios cinco años para recuperar la inversión efectuada.
El resultado obtenido muestra que la conexión Esplugues-Barcelona, que tuvo un coste de 1,73 millones de euros en el año 2018, actualmente ya tiene más de 2 millones de retorno positivo y, en total, generará 15,26 millones de euros en un periodo de 30 años desde su construcción. Por otro lado, la conexión del polígono de la Zona Franca, que tuvo un coste de 0,878 millones de euros, ha generado un retorno positivo de casi 1 millón en estos últimos años, que llegará a 9,85 millones de euros a futuro.
En este sentido, ambas inversiones en infraestructura de carriles bici, con solo 6-7 años de vida, indican una clara señal de viabilidad económica. Asimismo, el estudio indica que el periodo de recuperación de la inversión (PRI) —el tiempo necesario para que el conjunto de los ingresos esperados iguale los costes iniciales de inversión— fue de 3 años en el caso de la conexión Esplugues-Barcelona, y de 5 años en el caso de la conexión del polígono de la Zona Franca.
Adicionalmente, la rentabilidad de ambos proyectos, medida con la tasa interna de retorno (TIR) es, para el primer tramo de 44,5% y para el segundo, de 31,8%, valores notablemente elevados.
Análisis de los dos tramos de Bicivia
Para el estudio, en ambos tramos se han realizado conteos automáticos o manuales y encuestas ad hoc para conocer el perfil y comportamiento de los usuarios.
Se han analizado y valorado económicamente diversos impactos que se derivan del uso de esta infraestructura ciclable: los costes de construcción y mantenimiento; el ahorro de tiempo en los desplazamientos gracias al uso de la bicicleta; la disminución de la mortalidad derivada de los cambios en la salud como consecuencia del aumento de ejercicio físico; la disminución de las emisiones contaminantes, en función de la reducción de toneladas de CO2; y cambios de mortalidad o morbilidad derivados de variaciones en los accidentes de tráfico.
Infraestructuras e incremento del uso cotidiano de la bicicleta
La Bicivia es la red de carriles bici de la metrópolis de Barcelona diseñada por el AMB, de acuerdo con los municipios, y que actualmente está ejecutada en un 65 %. Con nueve ejes principales y más de 550 km, cuando esté terminada permitirá cruzar el territorio de norte a sur y de oeste a este de manera directa, rápida y cómoda.
La mejora en las conexiones metropolitanas para la bicicleta y otros medios de transporte, como los vehículos de movilidad personal, ha posicionado el aumento de su uso cotidiano, según han demostrado los últimos análisis. Según datos del AMB, entre el año 2019 y el 2021, se detectó un aumento global del uso de la red Bicivia del 49 % (un 34 % de bicicletas y un 123 % de vehículos de movilidad personal).
Fuente: Área Metropolitana de Barcelona