Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide han diseñado un sistema de inteligencia artificial capaz de dotar a máquinas de emociones sintéticas lo que permite incorporar nuevas funcionalidades y tenerlas en cuenta a la hora de realizar sus actividades.

• El sistema de emociones artificiales permite a las máquinas incorporar nuevas funcionalidades y tenerlas en cuenta a la hora de realizar sus actividades. Las emociones artificiales en las máquinas mejoraría sensiblemente sus aplicaciones y las dotaría de una mayor autonomía, pudiendo adaptarse a la interacción con los seres humanos.
• De esta forma, se podrían crear robots o cualquier otro tipo de máquina que se adaptaran o anticiparan las emociones humanas o incluso tuvieran las suyas propias. Así, un robot podría, por ejemplo, sentir hambre si tuviera un nivel bajo de energía o alegría cuando realizara su trabajo correctamente. También permitiría que anticipase las emociones de los seres humanos, de forma que adaptara sus acciones para que produjera emociones positivas en las personas que interactúen con dicha máquina.

• El sistema desarrollado se basa en la combinación de un modelo dinámico, representado por una estructura de red monocapa, y de la lógica borrosa. Esta técnica permite modelar sistemas complejos y relaciones no lineales con gran flexibilidad facilitando un análisis estático y dinámico. Este sistema evoluciona en el tiempo hasta alcanzar un estado estable que determina la energía y el sentido de la emoción artificial.
• Este sistema no sólo permitirá que robots puedan emular emociones sino que, además, éstos podrán anticiparse a las emociones humanas y adaptarse a ellas interactuando en consecuencia.

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