Calidad
Sistema de Gestión de la Calidad
La mejora de la calidad del servicio que presta la universidad a la sociedad es, con toda probabilidad, el reto más importante que esta institución debe afrontar a las puertas del nuevo milenio.
A nivel estatal el Consejo de Universidades del Estado impulsó en 1995 el "Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades", en el que se establecía que la puesta en práctica de políticas de calidad constituía una irrenunciable vocación académica y científica.
En la Comunidad Autónoma de Andalucía, a propuesta del Consejo Andaluz de Universidades y gracias al esfuerzo conjunto de las Universidades Andaluzas y la colaboración de la Consejería de Educación y Ciencia, se ha constituido la Unidad para la Calidad de las Universidades Andaluzas (UCUA) (Resolución de 8 de Noviembre de 1998, Boletín Oficial de la Junta de Andalucía de 16 de Febrero de 1999), lo que supone un paso importante que apoya las exigencias de calidad que debe tener toda institución que desarrolla un servicio público.
Aunque la calidad no ha alcanzado una conceptualización unánime, ni se ha llegado a un consenso mayoritario que la caracterice, en nuestro país, comienzan a instalarse nuevos modelos de gestión y de evaluación orientados a la mejora de la calidad. Desde la evaluación se profundiza en la responsabilidad democrática de los órganos de gestión institucional con vistas al establecimiento de un consenso que fomente el debate público de los objetivos y logros de las universidades.
La evaluación de las instituciones universitarias tradicionalmente se ha limitado a las personas: conocer el grado de satisfacción del alumnado como usuario a través de encuestas sobre el profesorado y sus materias, o evaluar la actividad investigadora del profesorado a partir de la producción científica. Sin embargo, cada vez con más insistencia, se demanda una evaluación de los procesos que permita determinar de qué forma la institución se aproxima a las metas preestablecidas y cómo se procede en el complejo desarrollo de la producción y distribución del conocimiento, lo que justifica evaluar la docencia, la investigación y la gestión.
Los motivos de este cambio en el modelo de evaluación son variados pero, en cualquier caso, se enmarcan en la nueva situación que se establece como consecuencia de los efectos producidos por la implantación de los nuevos sistemas de educación superior, que se ponen en vigor durante los años ochenta, y en la convicción de que la calidad de este servicio requiere sistemas para la mejora de los aspectos docente, investigador y de gestión de los recursos disponibles.